EL Mundo Andalucía

  Somos Zapping
Luis Miguel Fuentes

25 de junio de 2006



Somos Zapping

El tiquitaca. En el Mundial del tiquitaca, el niño Torres, el Koala y Andrés Montes están haciendo más patria que las mazmorras de la radio y que los políticos astrólogos. Esta política que aquí manejan yendo de la reyerta al entierro y del aburrimiento a los cometas no puede nada al lado de la alianza de estos dos monstruos, la televisión y el fútbol, que son los que han decidido que España vuelve a existir. Las patrias sólo necesitan gentío, cantores y un un enemigo, y el Mundial nos ha dado todo esto cuando ya nos estábamos haciendo caníbales. Tras la victoria de la selección española ante Ucrania, hasta las trincheras de los periódicos convertían en éxitos partidistas ese juego que dicen que nació en Londres, en un local masónico en el número 11 de la calle Queen Elizabeth, como alternativa a la violencia del rugby. En octavos, contra Francia, nos traerán otro Dos de Mayo. Me gusta el buen fútbol, que es geometría en movimiento como dijo una vez Luis Racionero, pero cuando veo que quieren sacar política de los corners me doy cuenta de que los verdaderos paquetes y tuercebotas los tenemos en los parlamentos (esto podría ser buen tema para un debate televisivo, pero en Mejor lo hablamos, hace poco, y siguiendo su costumbre, plantearon lo del Mundial como una pelea de matrimonio). Sin embargo, no todo es fútbol. El Unicaja ha ganado la ACB y Canal Sur nos sirvió otro día histórico en verde, como si Andalucía sólo necesitara triples. En su paseo en autobús por Málaga, los jugadores parecían en verdad vikingos o balleneros que regresaban. Por una vez, los locutores acertaron: “Con qué poquito nos conformamos...”. Vean a los políticos hacer naciones y victorias del orgullo que les prestaron una tarde. Ellos sí que saben hacer bien el tiquitaca...


Hambre andaluza. Hoy todo me parece que viene con metáforas del hambre, Andalucía se me presenta entre el comer y el no comer, que es un buen verbo para resumir al pobre. Miro a Inmaculada Casal que tiene que presentar siempre sus ferias con el platito de jamón en la mesa, y me da por pensar que el andaluz tiene hambre, no puede quitarse el hambre, es un hambre histórica, una maravilla y una felicidad que vemos en el mero hecho de comer, y por eso Canal Sur, en sus fiestas, nos pone las viandas por delante incluso de los escotes. El comer, ese alarde, ese primer lujo, las paletillas o los langostinos que en las cocinas o en las barras andaluzas son adornos o son yates. Por todo esto no sabemos si nos da ternura, alegría o pena ver a Rosa delgada, que pensamos en esa niña que se comía todo por si mañana no había, su hambre como el único novio de una muchacha sin amores, el hambre que le dejó ya para siempre su idioma de tener la boca llena. Ahora Rosa está delgada pero llora igual ante las cámaras, y es que el hambre no se nos va y en el comer o el no comer se pasa nuestra vida, que ahí se nota de verdad que somos pobres. El hambre es esa cosa andaluza que no se nos quita comiendo, el hambre es una postura que ponemos con los ojos cuando pasan los platos. Presumimos comiendo más que con purazo, que todavía hay gente de purazo y no hace mucho vi en un bar a Carlos Herrera que se los fuma con vitola porque quita más el hambre. Tenemos hambre, saben que tenemos hambre y por eso han buscado al castizo José Manuel Soto para que nos venda en la teletienda un lote de paletilla, salchichón y chorizo, que es la Trinidad del hambre que un andaluz entiende como nadie, pues nos sabe a virgencita y Soto en el anuncio pronuncia los productos como comulgándolos. Hambre de pastores, hambre de campamento, hambre de no haber comido nunca. El hambre andaluza de haber estado con tanta hambre...


Relato breve. Cuando despertó, la especulación urbanística todavía estaba allí. Y fue entonces, con todas las playas andaluzas alicatadas y los ayuntamientos comprados por bingueros y ferrallistas, cuando en los noticiarios de Canal Sur empezaron a soltar cada vez que tenían oportunidad denuncias de la Junta a construcciones ilegales. Esta semana, por ejemplo, en Tolox, que tiene un alcalde que dice “yo no he jecho la ley”. Elijan ustedes entre incompetentes y mentirosos. A la Junta le va a dar igual...



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N.A: Este texto original pudo sufrir variaciones durante el proceso de edición.


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