CHARLAS DE LA BAHÍA

Conferencia:
"La mujer en el siglo XXI"
Cristina Alberdi

El ciclo de conferencias 'Charlas de la Bahía', organizado por EL MUNDO y el grupo hostelero Jale con el patrocinio de la Fundación de Ayuda al Desarrollo Social de Hispanoamérica, se celebra en la Hacienda Las Beatillas, en El Puerto de Santa María (Cádiz)
[resumen de la conferencia]

7/07/02

El feminismo como humanismo
Luis Miguel Fuentes

Si hay alguien que desbarata de plano esa fea imagen de un feminismo camionero y castrador, esa militancia de despellejar a los tíos que son todos unos cerdos y por ahí, es desde luego Cristina Alberdi. Desde sus comienzos en el pulso feminista durante la dura y cristológica Transición, Cristina Alberdi ha estado dándole inteligencia, brillantez y seriedad a esa lucha de la mujer contra toda la fuerza macho de la Historia empeñada en hacer de la mitad de la humanidad sólo parturientas y planchadoras. “Las mujeres no somos una categoría”, decía desde la pacífica atalaya de la Hacienda Las Beatillas, diferenciándose con contundencia del otro feminismo matón con esta gran verdad de que al final sólo hay personas y que el ser mujer no debería conllevar más sujeciones ni marchamos que el ser pelirrojo. Cristina Alberdi no va a por la venganza histórica ni a por un mundo con los pantalones cambiados donde las mujeres repitan todos los errores montunos del hombre, sino a por la igualdad como condición indispensable para un humanismo verdadero. El feminismo de Alberdi es aquel que pretende que un día no sea necesario el feminismo. No sin razón suele presumir Alberdi de tener como maestro a Russell, y esto se nota en esa idea luminosa y principal de que ser mujer no debe ser una singularidad más que durante un tiempo de transición, hasta lograr esa dignidad final de la especie humana que es la igualdad de facto entre los sexos, y que llegará pues es una necesidad casi fisicoquímica.

Cristina Alberdi hablaba segura, rápida y ministerial, sin mirar apenas los papeles, arborescente de ideas, sin perderse nunca entre los paréntesis del discurso, y así de sólida incidió en la importancia de las acciones positivas hacia la mujer, que a algunos es cierto que les suena, en el fondo, a segregación y a poner a la mujer un poco como un sioux. Pero para Alberdi, todos los prejuicios bíblicos hacia la mujer, el oleaje machista de siglos que quiere encerrarla en sus hilaturas y sus suspiros de novia, todo lo que pervive en nuestra sociedad en forma de actitudes, desprecios, violencias y anuncios de coches, todo esto, digo, no puede vencerse sin abrir ese agujero o ese puño que facilite a la mujer entrar en las cimas del mundo laboral y político, en el poder, en la toma de decisiones, superando ese contrapié en que la ha puesto la Historia, que ha sido siempre una Historia de hombres-soldados, hombres-jefes u hombres-párrocos. Para superar ese paso cambiado y esa distancia, Alberdi defendió las cuotas y una acción positiva impulsada ya desde las mismas leyes. Hay mucho hecho, decía Alberdi, aunque todavía quede casi más por hacer. Será justo hasta que el feminismo deje de tener sentido, pues entonces habrá alcanzado sus fines y sólo quedará un humanismo sin diferencia en la bisutería. Será cuando la mujer deje de ponerse en las estanterías o bajo el microscopio. Será cuando ya no sea necesario ni que se le hagan conferencias.


Resumen de la conferencia

“La igualdad nos dará una sociedad mejor”

La ex ministra de Asuntos Sociales y diputada socialista Cristina Alberdi intervino el viernes en las “Charlas de la Bahía”, serie de conferencias que se celebran en la Hacienda Las Beatillas en El Puerto de Santa María y que están organizadas por el grupo hotelero Jale y EL MUNDO, con el patrocinio de la Fundación de Ayuda al Desarrollo Social de Hispanoamérica.

Cristina Alberdi hizo un en su conferencia “La mujer en el siglo XXI” un análisis de la transformación del papel de la mujer, que definió como “uno de las más extraordinarias que se han dado”. La ex ministra comenzó haciendo notar los diferentes roles que la sociedad ha asignado históricamente a hombres y mujeres: “Hemos vivido en un pacto social por el que el hombre y la mujer tenían papeles predeterminados en la vida, el hombre el poder y a la mujer la reproducción y la casa; a la mujer se la asociaba además con fragilidad, sumisión, ligereza, propiciando estereotipos que se han arraigado”. Cristina Alberdi hizo un recorrido por una primera etapa reivindicativa del feminismo que va desde sus comienzos hasta que a mediados de los 70 los organismos internacionales empiezan  a reflejar en papel las reclamaciones de las mujeres y en España llega la Democracia. La ex ministra hizo hincapié en el retraso que supuso el franquismo, “donde las mujeres necesitaban autorización del marido para trabajar o abrir una cuenta corriente”. Después de esta etapa, “ya superada, aunque no en todos los lugares del mundo”, Alberdi describió una segunda fase marcada por las “acciones positivas” encaminadas a conseguir “la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral”, donde las mujeres todavía encuentran “dificultades para el acceso, el mantenimiento y la promoción”. Se trataría de conseguir no ya la igualdad de derechos sino una igualdad “de facto”.

Cristina Alberdi insistió en la necesidad de “un cambio estructural social” que termine con la “pobreza de capacidad”, esto es, la carencia de instrumentos y preparación que mantiene a la mujer alejada del poder y de los ámbitos de decisión. Abogó también por “una perspectiva de género aplicada a todas las políticas”. “La mujer debe compartir con el hombre el espacio público y el privado”, dijo Alberdi, que enumeró y criticó las diferencias entre hombre y mujer que todavía se dan en el terreno laboral, social y también en el político, donde “todavía las mujeres son excepción y están ligadas a responsabilidades ‘blandas’, como Cultura o Asuntos Sociales”. Alberdi se mostró en este sentido favorable a la “política de cuotas”, que debería estar recogida en la propia ley. “Que en el siglo XXI se haga realidad la igualdad entre hombre y mujer; esto dará una sociedad mejor y con una ciudadanía más participativa”, concluyó.

 

[artículos] [e-mail] [enlaces]