Somos Zapping
Luis Miguel Fuentes

20 de febrero de 2005



La enciclopedia.
Europa sólo convence si juega Zidane. Lo demás le parece al pueblo una cesta de mapamundis y monedas. El segundo debate sobre la Constitución Europea en Canal Sur trajo a los políticos, que siempre van con su púlpito, un poco acaracolados, y por eso fue un carrusel de mítines como de pianolas. No estuvieron, por cierto, ni Chaves ni Arenas, que mandaron subalternos (Manuel Gracia y Esperanza Oña) como si Europa fuera una cosa de la que se encargan los alicatadores y no merece a los jefes. Salvo el PA, que matizaba su entusiasmo, los defensores del sí del PSOE y PP parecían aquellos vendedores esforzados que venían a endosarte esa enciclopedia que hacía la sabiduría de todo el hogar y el futuro de los niños en dos tomos de una cultura módica y suficiente. Sólo IU sostuvo el puño en alto con el no, pero Diego Valderas terminó en comparaciones o descomparaciones entre Castro y Bush, lo que hizo que todo lo anterior pareciera el discurso de un loco. Los vendedores de enciclopedias aprovechaban los turnos, cuando dejaban descansar el organillo europeísta, para darse codazos diagonales y sacar sus peleas de tendedero. En resumen, los políticos demostraron una vez más que sólo un ejercicio de masoquismo o de morbo puede empujar a un humano medianamente equilibrado a escucharlos más de dos minutos. Yo me entretuve mirando la chaqueta de Esperanza Oña, que era una cortina como diseñada en un flipe de ácido lisérgico. ¿Se acordará alguien de ellos hoy, al ir a la urna o al sofá?


El siguiente dictador. Castro les ha abierto el apetito y ya hay en la Junta una agenda de dictadores por visitar como los parientes de una larguísima boda. Anuncia Canal Sur que Chaves viajará en marzo a Marruecos, por esas cosas de las dos orillas o porque la fascinación del caqui pide enseguida otra fascinación de teterías. Zarrías ya ha hecho de avanzadilla y en el noticiario se le veía en Rabat, abrazándose fraternal y obscenamente a un consejero del todopoderoso Mohamed VI, bajo una foto del mismo rey dios, el dictador con manos de niño, el dueño de todas las vidas y camellos del país. La excusa de Zarrías es la Fundación de las Tres Culturas, ese gran equívoco semántico, a la que Andalucía aporta la casi totalidad del millón de euros que hacen falta para el “nuevo programa de actividades”. (Un inciso: En realidad debería llamarse Fundación de las Tres Religiones, porque aunque la religión forma parte de la cultura, la cultura no se reduce a una religión. A ver a qué religión pertenece el cálculo diferencial...). Para el próximo viaje de Chaves, yo propongo una visita a Gadafi, que siempre regala caballos, y después que se pase por Corea del Norte, ese país como gobernado por un Cecil B. De Mille demente, donde podrá aprender mucho sobre uniformidad y sincronía. Si habrá dictadores en el mundo... Como a Chaves se le vayan acumulando las fascinaciones como el ácido úrico, va a terminar con una gran y universal cojera.


El ascenso.
Por si no lo sabían, la mente macabra que ocupaba la Jefatura de Programas de Canal Sur, un poco padre espiritual, pues, de la botijería de Cremades, del celestineo correoso de Juan y Medio y demás infantilismos, horteradas, abotargamientos y encíclicas de La Nuestra, se llama Pablo Carrasco. Parece que ha hecho muy bien sus tareas porque se lo llevan a TVE, donde será Director de Antena y Contenidos, nombre impresionante y metalúrgico para la labor de atontamiento del personal. Temblemos. Psicólogo es el tipo, buen perfil profesional para el que diseña lavados de cerebro.


La joven promesa
. Sólo tres galerías andaluzas fueron a Arco, esa parrillada del arte y de la estafa donde las bicicletas al revés o los consoladores en un cenicero siguen impactando a los idiotas. Pues todavía encuentra motivos Canal Sur para la satisfacción. “La estrella de la edición, otra vez, con firma andaluza”, dice el reportero. Alucinen: era un picasso. Vamos, una joven promesa. ¿Cuánto tiempo nos mantendremos de los muertos?


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N.A: Este texto original pudo sufrir variaciones durante el proceso de edición.



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