Somos Zapping
Luis Miguel Fuentes

18 de septiembre de 2005



Retrato con niño. Un niño con piano es como un niño con pony. Un niño con piano y además bilingüe, es ya todo un embajador que aún se come los mocos. El niño tocaba el piano delante de Chaves, de Cándida Martínez, de todos los políticos como emperadores musicales, y Canal Sur nos enseñaba el comienzo del curso escolar como una sinfonía de los juguetes. ¿Acaso conocen ustedes un colegio en Andalucía que no tenga piano? ¿Acaso conocen ustedes algún niño andaluz que en primaria no toque ya aunque sea la sonata Facile de Mozart? Un niño al piano adorna como un niño ajedrecista, y el paripé que montaron nuestros prebostes autonómicos en un colegio de Dos Hermanas en la apertura del curso era algo entre schubertiada y apoteosis castrista. Los niños suelen ser los cachorritos propagandísticos de todas las dictaduras, eso ya lo sabemos, pero aquí esto todavía nos da repelús. En Cuba gusta mucho sacarlos agitando banderas y que luego suba la más repipi de la clase, con las trenzas algo desmadejadas, a leer una poesía revolucionaria. Me acordé de esto viendo la noticia en Canal Sur, noticia que por supuesto abría el informativo: filas y filas de niños a los que les han puesto la misma camiseta amarilla, moviendo banderitas de Francia, Alemania, Gran Bretaña, España; niños que recibían con alegría la visita de nuestro presidente, que quizá les habían dicho que era el heladero o un rey mago, y la llegada de ese plurilingüismo que nadie ve pero que ya mueve a las masas, al menos a las masas bien informadas de preescolar. Quizá Chaves se trajo de Cuba ese arte de manejar a los niños, de utilizar a los niños, la más rastrera y pervertida forma de propaganda. Uno se imagina más o menos igual la visita de un jefecillo del Movimiento a una escuela franquista, y es entonces cuando la pena es superada por el asco. En el escenario, una fila de niños, convenientemente entrenados, había preparado para Chaves saludos en varios idiomas, igual que entonces se preparaban las gestas de los Reyes Católicos como recitativos de ópera. ¿Acaso conocen ustedes algún niño andaluz que no hable por lo menos dos lenguas, sin contar la de los SMS? Muchos niños alegres y futuros jardines y modernidades nos enseñaba Canal Sur. “Se quiere llegar a los parámetros marcados por la Unión Europea para 2010”. ¡Para 2010! ¿Y esos parámetros incluyen que las aulas no sean de paja o de plástico, como las casi 500 caracolas que tenemos todavía? ¿Y que haya ordenadores y laboratorios, no como en el 40% de nuestros colegios? ¿Y calefacción? Claro que uno se conformaría simplemente con que los niños no salieran montunos o navajeros. Mientras, la consejera Cándida Martínez explicaba con esta contundencia todos sus impresionantes esfuerzos y avances: “La Consejería de Educación ha realizado un conjunto de actuaciones [nótese la idiotez de la frase], ha proyectado planes y programas que pretenden alcanzar esos objetivos”. Gran conquista, menos mal, porque todavía podrían haber realizado un conjunto de “no actuaciones”, o haber proyectado planes para “no alcanzar” objetivos, ya ven. Un niño con piano, un niño plurilingüe, un niño feliz ya con ser besado por Chaves. ¿Cabe mejor retrato de la realidad de nuestra educación?


Canal Sur solidario. Por fin nos han explicado los informativos de Canal Sur el sentido no sólo de las fiestas de su filial botellonera, sino el de toda una cadena pública dedicada a promocionar el hip hop, los cantantes de playa y las batukadas de niñatos: la solidaridad. Canal Fiesta Radio y sus conciertos, que ya ha glosado uno aquí, sirven para que en Perú los niños tengan colegio, aunque todavía sin piano, suponemos. En el concierto de Cádiz se vendieron pulseras solidarias, 2.300 euros con los que Ayuda en Acción construirá dos aulas por aquellos altiplanos. Magnífico y encomiable. Claro que yo les diría que con los 224.000 euros que han costado sus ocho conciertos veraniegos se podrían construir 194 aulas. Y que con los 5 millones de euros que la RTVA le ha dado a Paco Lobatón para sus casquerías desde 1999 se podrían construir 4.347. Bueno, y con los 34 millones de la reforma integral de San Telmo, pues 29.565. Y, por supuesto, con los 215 millones de presupuesto de la RTVA, 186.956. Pero todo este dinero, sin duda, se destinó a otros menesteres de mayor interés público.



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N.A: Este texto original pudo sufrir variaciones durante el proceso de edición.



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